Jorge Soto era uno de los encargados de materializar el movimiento político de izquierda Unión Patriótica (UP), que intentaba existir en un escenario dominado por dos partidos tradicionales. Fue desaparecido en 1985, cuando llegó a Bogotá procedente de Medellín.
Las calles de Segovia están desiertas. Las puertas de las casas cerradas. El temor es latente. A la entrada del pueblo está el Esmad con su tanqueta al lado. Detrás hay una pared donde dice, en letra muy grande, “paro minero”. Lo que desde el 21 de julio empezó como una protesta pacífica, hoy se ha convertido en un campo de guerra. Y no porque los mineros hayan decidido hacer la guerra, sino porque la Fuerza Pública entró con la orden de desalojar la protesta y ellos se defendieron.
En un momento de la historia de Medellín, en el que se iniciaba una persecución paramilitar contra estudiantes y profesores de la Universidad de Antioquia simpatizantes de ideas de izquierda, algunos defensores de Derechos Humanos como Héctor Abad Gómez, Pedro Valencia Giraldo, Luis Felipe Vélez y Leonardo Betancur, promovieron una manifestación masiva el 13 de agosto de 1987 en la que más de 3.000 personas salieron con claveles a las calles de Medellín, rechazando la violencia y haciendo un llamado urgente para defender la vida, nuestro valor supremo.
Era Brutney Alfonso Avila Snak sería el décimo ex combatiente de las Farc asesinado tras la implementación del acuerdo de paz. Serían tres hombres de la organización antes armada los que recibieron impactos de armas de fuego hasta acabar con sus vidas. Los dos primeros, en Ituango, Antioquia, y El Tarra, Norte de Santander.
Brutney Alfonso fue alcanzado en Puerto Jordán.
A los 24 menores de edad que fueron recibidos ayer por el CICR en siete Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización, se suman siete adolescentes que el CICR recibió en cuatro zonas del país y que fueron entregados a personal de UNICEF y del Gobierno colombiano. Con esta operación humanitaria el CICR ha trasladado a 119 adolescentes en total desde septiembre de 2016.
Tenía 38 años y se había convertido en la conciencia del país. Uno de los periodistas más destacados de su tiempo, pero sobretodo una persona que amaba a los demás y trabajaba por ellos. También abogado y pedagogo medió en la liberación de muchos secuestrados a manos de las Farc. Y no tenía pelos en la lengua para señalar la relación de las mafias con la política en su formato de humor inolvidable. Se encargó de insistir en los mensajes a la juventud alentándola a tomar las riendas del país.
¿Cómo nace la idea de esta exposición y documental?
En 1989 Gabriel Jaime Santamaría, Vicepresidente de la Asamblea Departamental, Diputado por la UP, fundador y presidente de la Unión Patriótica en Antioquia, es asesinado dentro de las instalaciones de la Asamblea Departamental en una de sus oficinas, suceso trágico para su familia que ocasionó en mí, Luisa Santamaría, su hija, la necesidad de emprender una búsqueda artística.
Las comunidades de los municipios de Segovia y Remedios, nordeste antioqueño, marcharon el pasado viernes contra la violencia que se vivió iniciando la semana, durante el paro minero.
Denunciaron que el paro se adelantaba de manera pacífica hasta que llegó el Esmad. Los enfrentamientos dejaron una casa quemada, policías y mineros heridos. Incluso el personal médico (como puede apreciarse en video) está siendo víctima de los ataques desmedidos de la Fuerza Pública mientras intenta auxiliar a los heridos.
Según la mesa minera:
Manuel Jaime Arango no era una persona cualquiera. Era un ser humano excepcional. Dicen los que conocieron al rector del colegio Rafael Uribe Uribe, que ayer abalearon hasta asesinarlo en el barrio Aranjuez. Dice la institucionalidad que sería por robarle una moto en la que andaba. Dicen otros, con dolor y sentimiento, que "nada justifica el homicidio".
