Paro Minero

Mineros al borde del afilado oro

Las calles de Segovia están desiertas. Las puertas de las casas cerradas. El temor es latente. A la entrada del pueblo está el Esmad con su tanqueta al lado. Detrás hay una pared donde dice, en letra muy grande, “paro minero”. Lo que desde el 21 de julio empezó como una protesta pacífica, hoy se ha convertido en un campo de guerra. Y no porque los mineros hayan decidido hacer la guerra, sino porque la Fuerza Pública entró con la orden de desalojar la protesta y ellos se defendieron.

Segovia en llamas

Las comunidades de los municipios de Segovia y Remedios, nordeste antioqueño, marcharon el pasado viernes contra la violencia que se vivió iniciando la semana, durante el paro minero. 

Denunciaron que el paro se adelantaba de manera pacífica hasta que llegó el Esmad. Los enfrentamientos dejaron una casa quemada, policías y mineros heridos. Incluso el personal médico (como puede apreciarse en video) está siendo víctima de los ataques desmedidos de la Fuerza Pública mientras intenta auxiliar a los heridos.

Según la mesa minera:

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