- Proceso de Paz
- Generación paz
Diversos sectores sociales se unieron para convocar al pueblo a una gran movilización para mostrarle al mundo dónde está la gente de la paz, cuando se cumplen los primeros sesis meses de la puesta en marcha del Acuerdo Final y tras el fallo de la Corte Constitucional que desfavorece la celeridad y garantías para la implementación de la paz.
Desde Ituango, Remedios, Dabeiba, Anorí y Vigía del Fuerte llegaron los líderes de las comunidades rurales donde se ubican las cinco zonas veredales y puntos de normalización. Aunque el cese al fuego y la concentración de la guerrilla en las zonas ha sido muy positivo para las comunidades campesinas, hoy están preocupadas por los riesgos que corren el Proceso de Paz y ellos mismos, debido a los tropiezos en este inicio de la implementación y el claro avance del paramilitarismo que está costando la vida de sus compañeros defensores de derechos humanos y promotores de la paz.
Desde La Guajira hasta Amazonas, los guerrilleros y guerrillas de Farc están todos concentrados ahora en las zonas veredales y puntos transitorios de normalización. No existen más los campamentos que hasta hoy fueron clandestinos entre los ríos, sierras, cordilleras, desiertos, Llanos orientales, selvas.
Mientras en Colombia se celebraron vigilias por la paz convocadas por religiosos, campesinos y guerrilla al finalizar octubre, en Medellín aguardaron hasta el 2 de noviembre, día del cumpleaños de la ciudad. Este miércoles iniciará una jornada de 12 horas en la cual escritores, concejales, víctimas, periodistas, artistas, entre otros, se unirán para invocar la paz desde el Teatro Pablo Tobón Uribe.
Asesoran mal al presidente de la república quienes lo llevan a tomar y hacer pública la decisión de “No contratar directamente con las organizaciones sin ánimo de lucro”
Lo hacen equivocar porque hacen que generalice. Lamentable generalización.
Así habría que castigar a todas las empresas porque unas no pagan impuestos o no cumplen con los deberes que impone la seguridad social; a la fuerza pública porque algunos de sus miembros hacen parte de las redes del narcotráfico o a las iglesias porque algunos pastores mienten para conseguir beneficios.