Campesinos de Antioquia exigen a gobierno cumplir con la paz

Líderes comunitarios de Antioquia se reunieron en Medellín para contar cómo está avanzando la paz en sus zonas veredales y cómo el paramilitarismo está copando los territorios abandonados por Farc. Reiteraron su respaldo al Proceso de Paz y exigieron al gobierno seriedad, cumplimento de lo pactado y protección para ejercer su liderazgo. Este contenido hace parte del #Especial Y Si Me Matan

Por: 
Redacción Generación Paz

Desde Ituango, Remedios, Dabeiba, Anorí y Vigía del Fuerte llegaron los líderes de las comunidades rurales donde se ubican las cinco zonas veredales y puntos de normalización. Aunque el cese al fuego y la concentración de la guerrilla en las zonas ha sido muy positivo para las comunidades campesinas, hoy están preocupadas por los riesgos que corren el Proceso de Paz y ellos mismos, debido a los tropiezos en este inicio de la implementación y el claro avance del paramilitarismo que está costando la vida de sus compañeros defensores de derechos humanos y promotores de la paz.

Lo dejaron claro en un comunicado presentado el 9 de marzo en rueda de prensa en Medellín, a donde llegaron además para participar de un foro con el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) en el cual tanto gobierno como Farc y Naciones Unidas pudieron socializar de qué se trata su mandato ante la sociedad civil antioqueña. 

La Coordinadora Agrominera del Nordeste y Magdalena Medio de Colombia compartieron mesa con representantes de las subregiones de Antioquia y presentaron un informe de júbilo y preocupación ante unos 30 periodistas que acudieron al Teatro Pablo Tobón Uribe para escuchar, de primera mano de los campesinos, cuáles son la visión  y las necesidades de la comunidad donde están concentrados 900 hombres y mujeres de las Farc a la espera de dejar sus armas para convertirse en partido político. 

En primer lugar, los líderes sociales celebraron la implementación del Acuerdo de Paz entre gobierno y Farc y reiteraron su compromiso en acompañar y participar en la construcción de la paz. Quienes han sufrido los rigores de la guerra reiteraron en Medellín que están comprometidos con la reconciliación, y también señalaron que las difíciles condiciones de las Zonas son las que ellos han vivido por décadas ante la desatención del Estado.  Los campesinos, pescadores y mineros leyeron el siguiente comunicado, que cuenta con el respaldo del recientemente creado Espacio de la Sociedad Civil para el Acompañamiento a la Implementación del Acuerdo de Paz.

Para la población civil –la cual históricamente ha resultado en medio del fuegos cruzados de los grupos armados- es altamente positiva la puesta en marcha del Acuerdo de Paz, gracias al cual hoy viven un fin de la guerra. Y por eso, en esta etapa, el Acuerdo de Paz debe defenderse y acompañarse de forma decidida. Con la implementación iniciada este año, no solo carreteras o derechos básicos llegarán a estas zonas históricamente abandonadas por el Estado y disputadas por los ilegales.

Los campesinos aplauden que 900 hombres y mujeres de las Farc estén concentrados en cinco puntos de la geografía antioqueña con la disposición de dejar las armas y reincorporarse a la democracia. Sin embargo, están preocupados porque los incumplimientos de gobierno en la adecuación de las Zonas no solo pone en riesgo la voluntad de los alzados en armas, sino sus propias vidas y garantías de derechos. A la par que las construcciones avanzan a paso lento en Remedios, Anorí, Dabeiba, Vigía del Fuerte e Ituango, se presentan agresiones de paramilitares a las comunidades cercanas, amenazas vía panfleto y personales, y se dan reuniones en veredas vecinas a las Zonas Veredales donde los “paras” aseguran ser el nuevo orden en la región.

Mientras los liderazgos sociales son amenazados y, como se sabe, siendo objeto de asesinato en todo el país, los compromisos incumplidos del Acuerdo están poniendo en riesgo la posibilidad de una vida en medio la desprotección que viven en aquellos territorios apartados donde, apenas con el Acuerdo de Paz, están llegando el agua y las carreteras.

Según la Coordinación Agrominera  del Noroccidente y Magdalena Medio, en las Zonas Veredales se evidencia falta de compromiso y poco cumplimiento del gobierno nacional, generando sentimientos de duda y desconfianza en comunidades que durante décadas han sido excluidas, marginadas y olvidadas frente a un estado que históricamente ha incumplido los compromisos. 

También, dijeron los líderes, les preocupa que mientras se puso el Plan de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito, el Estado continúe con la erradicación forzosa y persecución judicial a la campesinado, lo cual no está ocurriendo solo en las áreas cercanas a las Zonas Veredales sino también en Briceño. Esta rueda de prensa contó con el apoyo del Espacio de la Sociedad Civil que integran unas veinte organizaciones, medios de comunicación e instituciones de Medellín, las cuales manifestaron su compromiso de acompañar la implementación del Acuerdo como sociedad civil. 

Desde Carrizal, Remedios, arribó uno de estos líderes para dar a conocer que el Ejército destruyó material de mineros campesinos y por lo tanto algunos civiles están en para frente a la Zona Veredal. En conjunto, las voces de la ruralidad concluyeron que:

Abrazamos a los futuros ex combatientes en su decisión de abandonar la lucha armada, y exigen al gobierno seriedad y cumplimento de lo pactado. Medidas de protección y actuación de autoridades y Fuerza Pública para detener el avance paramilitar y proteger la vida de los líderes sociales son necesarias en las Zonas Veredales de Antioquia y sus alrededores, donde este Acuerdo de Paz significa la única posibilidad del último siglo para superar el conflicto armado, resolver necesidades insatisfechas por siempre, recomponer el tejido social y el reencuentro de hijos y hermanos de un mismo pueblo hasta hace muy poco aislados por la guerra.

 

Este contenido hace parte del #Especial ¿Y si me matan? por la vida de los líderes sociales de Colombia.​