El nuevo acuerdo de paz
La cuestión en Colombia es clara y no admite ambivalencias: se aprueba un nuevo acuerdo viable para la terminación del conflicto o amanecemos el 2017 con un fuego bilateral reactivado y la frustración más grande y absurda de nuestra historia política reciente. De paso, con Uribe como presidente virtual del país imponiendo su agenda de represiva como cortina de humo para la corrupción a todos los niveles con la excusa del antiterrorismo, que es lo que ha hecho a lo largo de su carrera política.
Pagarán las víctimas. Pagaremos todos. Pagaremos todas.