Sigue la amenaza paramilitar
No quedaba agua en la despensa. El desabastecimiento de líquidos y alimentos fue, después del miedo, una de las consecuencias más leves del paro armado realizado por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (ACG) o Clan Úsuga la semana anterior. Con panfletos y audios amenazantes que circularon por redes sociales advirtieron que nadie podría salir a las calles, ni andar en moto, sacar sus carros o abrir sus negocios. Algunos perecieron en el intento por llegar a sus casas.