"La indolencia nos ganó"
Su mirada apunta al horizonte. Aún en los peores momentos, cuando tenía seis años y su padre fue asesinado; cuando se casó por primera vez y su esposo corrió igual suerte; cuando sus dos hijos fueron desaparecidos y luego los halló muertos a manos de paramilitares, Pastora levanta el espíritu y no solo continúa caminando sino que arrastra con determinación y fuerza otras mujeres víctimas, jóvenes y campesinos quienes, como ella, abandonaron el municipio de San Carlos, Antioquia, en los años más oscuros.