Perros, sombreros, ropa, botas, machetes, gallinas y costales. Como en los viejos tiempos, los campesinos salieron con lo que tenían al hombro y pasaron una noche fría en el suelo de una escuela y un coliseo deportivo.
Los barrios de Medellín continúan llenándose de muerte y preocupaciones; nuestros jóvenes siguen cayendo en las aceras y parques; y la confrontación entre ilegales y Fuerza Pública se lleva a cabo sin lograr la tranquilidad que promete el despliegue de policía y funcionarios. Para “abrazar” los territorios y comunidades que han sido más aporreados este año -además de con asesinatos, con intimidaciones, restricción a la movilidad, extorsiones y desplazamiento forzado- la campaña #NoCopio y el Partido de las Doñas llevarán música, plantas y solidaridad a diversas comunas.
Consideramos la reciente renovación de su gabinete como una oportunidad para llamar la atención sobre la necesidad de reenfocar algunos elementos de sus políticas en asuntos que nos preocupan hoy a todos como la vida, la seguridad, la paz urbana, las víctimas, la memoria, el medio ambiente, entre otros que en su conjunto nos hablan de los Derechos Humanos y fundamentales de los ciudadanos de Medellín.
Desde el Punto Transitorio de Normalización (PTN) en Miranda, Cauca, se informó la segunda muerte de un integrante de Farc tras la firma del Acuerdo de Paz entre esa guerrilla y gobierno. Hasta abril de este año no se había producido ninguna, pero ahora se suman dos en una semana. La preocupación de las mismas Farc y la sociedad que apoya el proceso de paz crece pues una de las garantías más importantes para el éxito de la implementación es la seguridad de los ex combatientes.
Falver Cerón Gómez tenía 30 años y se dedicaba a la agricultura. El sábado en la tarde, luego de haber participado en un Consejo Comunitario de Gobierno con la Alcaldía y Secretarías de la Gobernación de Cauca, fue asesinado a fuego abierto. Falver era presidente de la Junta de acción comunal de la vereda Esmeralda, en Mercaderes (Cauca).
