- Proceso de Paz
- Generación paz
I
Cuando nos acercábamos al campamento, el Ejército –a lado y lado de la vía polvorienta– nos observaba a lo lejos. Pedro, el guerrillero que conducía la camioneta, no tuvo que esperar señales para detenerse. El motor ronroneaba mientras junto a su ventana apareció, en primer plano, el rostro del sargento que coordinaba unos seis muchachos armados que avistaban todo a orillas de este camino en las entrañas de La Guajira colombiana. Hacía calor.
–Buenas –se dijeron mutuamente mirándose a los ojos. Luego, estiraron el brazo y se apretaron la mano.
La vida está brotando en los campamentos de las Farc. Tan solo en Conejo se esperaban tres bebés. En este punto de preagrupamiento temporal habitan unos 70 guerrilleros y guerrillas el Bloque Caribe antes de desplazarse a los puntos y zonas transitorias de normalización donde, durante seis meses de concentración, dejarán las armas. Con la llegada de la paz, muchos combatientes decidieron cumplir uno de sus sueños hasta ahora frustrados por la guerra: tener hijos.
Doctor
JUAN MANUEL SANTOS PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Calle 7 No.6-54 Ciudad
Asunto: El nuevo acuerdo de paz debe ser refrendado por los colombianos.
Respetado Señor Presidente, me dirijo a usted con el fin de expresarle mi preocupación por la tesis que ha venido defendiendo un sector importante de los partidos que integran la coalición de Gobierno, en el sentido de que no es necesario que el nuevo acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla de las FARC sea refrendado popularmente por los colombianos.
En la noche la noticia estaba confirmada. ¡El nuevo acuerdo paz está listo! Desde la sede de los Diálogos de Paz durante cuatro años, La Habana, las partes se pronunciaron al caer la tarde:
El Gobierno Nacional y las FARC-EP atendiendo el clamor de los colombianos y colombianas por concretar su anhelo de paz y reconciliación, hemos alcanzado un nuevo Acuerdo Final para la terminación del Conflicto armado, que integra cambios, precisiones y aportes de los más diversos sectores de la sociedad y que revisamos uno a uno.
Hay que seguir.
Los votos de Bojayá, de La Macarena, de Caloto, de Silvia, de Miraflores, de todo el Chocó, de las zonas selváticas y de los desiertos de la Guajira, del Pacífico negro y olvidado, el sí rotundo de ellos es un mandato moral para seguir.
Volver a la guerra no es una opción.
Rescatemos las palabras pronunciadas por Estanislao Zuleta desde un campamento del M-19 en el proceso de paz de Santo Domingo, Cauca en el 89:
Hoy en día el aprendizaje del diálogo es el elemento más importante para la supervivencia de la humanidad.