"La indolencia nos ganó"

A todos los colombianos que hoy sienten fatiga y desilusión, Pastora Mira invita ponerse de pie para continuar la lucha, además de sueños, con mucho trabajo. Y convoca para que los indiferentes volteen su mirada a familias y territorios como el suyo, donde el perdón y el sacrificio por un futuro diferente para Colombia fueron generosos. Generación Paz habló con ella y estas son sus opiniones francas.

Por: 
Katalina Vásquez Guzmán

Su mirada apunta al horizonte. Aún en los peores momentos, cuando tenía seis años y su padre fue asesinado; cuando se casó por primera vez y su esposo corrió igual suerte; cuando sus dos hijos fueron desaparecidos y luego los halló muertos a manos de paramilitares, Pastora levanta el espíritu y no solo continúa caminando sino que arrastra con determinación y fuerza otras mujeres víctimas, jóvenes y campesinos quienes, como ella, abandonaron el municipio de San Carlos, Antioquia, en los años más oscuros. Luego, regresó -regresaron- y desde allí, donde la guerra no se ve por televisión sino en las camas que dejan los ausentes y por la ventana de casas humildes, pelean sin armas por sus derechos como víctimas y por ese que hoy sentimos más lejos de alcanzar: a la paz. 

 

¿Qué piensa del resultado del plebiscito?

 Se posicionó el engaño y la tergiversación. Por una parte, desde los medios de comunicación, también en la campaña sucia del no. Faltó pedagogía. Pero lo que más lamenta uno es la indiferencia de muchos colombianos. La indiferencia ganó.  Y muy grande la indolencia ante el dolor de las víctimas. 

El país está muy polarizado. Lo que uno ve son dos extremos, y en eso influyen la ignorancia, sí, pero también la indolencia de la gente ante el dolor del pueblo. 

 

 

¿Qué hacemos con la polarización ? 

 

Esta polarización nos sirve. Se da un momento oportuno para que las fuerzas sociales a favor de la paz levantemos la voz, respaldemos el Acuerdo, y continuamos exigiendo nuestros derechos. 

 

 

¿Qué ganaron con el NO ?

 

Cederle el derecho a la Constituyente. Colombia se va para una Asamblea Nacional Constituyente.  Yo no le veo otra.

 

 

¿Y cuál debería ser el lugar de las víctimas en la Constituyente?

 

Tenemos que empezar por fortalecer nuestros espacios de discusión. Llegar allí con una voz legítima y en todo nuestro derecho como víctimas hacer sentir nuestras posturas en lo que viene.  Nuestro interés es claro: que no haya un colombiano más que tenga que pasar por las afugias de la guerra. En la Constituyente habrá otros intereses, claro. El nuestro debe estar allí presente, en el centro, con un sentido humano, ético. Otros defenderán otros intereses.

 

 

¿Qué les dice a los que votaron NO?

 

Me pregunto si tenían interés de llevar al país a una Constituyente. ¿O es que no sabían que podíamos irnos para allá? Porque el acuerdo de paz, eso está claro, no tiene reversa. Entonces es ahí donde los de no no tienen explicación. Los veo confundidos.

Además, los que promovieron el NO no son la Virgen del Carmen. Hablan de impunidad y ellos son los más limpios. Lo que siga en adelante será para beneficiarlos a ellos.

Ahora, ¿querían sacarnos al resto de los colombianos y volver a negociar entre ellos, en el poder? Entonces lleguen a acuerdos y sáquennos de ahí, de la discusión por la presidencia de 2018. No se pongan a enredarnos diciendo: la paz es de todos, la paz no se negocia en Cuba o Bogotá.  Al menos este acuerdo, sí.

 

 

¿Qué lección sacamos de todo esto?

 

Que los medios son un arma de doble filo. La pedagogía del gobierno no funcionó. La campaña de la mentira ganó.

Que esto nos sirva para que en los escenarios futuros del ejercicio de la democracia empecemos a ser honestos.

 

 

¿Qué mensaje para los que votamos sí ?

 

La gran invitación es que a no perdamos la fe y la esperanza. El motor de la paz, que es el amor, sigue intacto.  Sigamos trabajando.

 

Foto:  Cortesía Pertti Pesonen

 

Invitamos a compartir este testimonio entre sus familiares y amigos para que la palabra de las víctimas toque cada vez más los corazones y mentes de esos que insisten en la guerra, y a quienes aún no les importa la suerte de nuestra patria herida, pero valiente que camina hacia la conquista de la paz.