La Unión Europea respaldó el Proceso de Paz que está llegando a su punto final en La Habana, Cuba, por medio de una carta de los embajadores que reproducimos a continuación.
Al cumplirse 66 años del nacimiento de la Unión Europea, celebramos en medio de complejas situaciones internacionales que recuerdan la importancia de mantenernos unidos alrededor de un proyecto común de construcción de paz y prosperidad. Somos conscientes de que día a día surgen más retos, pero estas dificultades nos han fortalecido, nos han obligado a ser creativos y sobre todo nos han mostrado que a pesar de los obstáculos, los dividendos de más de seis décadas de paz son notorios. Este espíritu también nos compromete con Colombia y el resto del mundo.
Los jóvenes de hoy en nuestro continente tienden a olvidar que la guerra nos dejó profundas heridas que sanamos con la unión. Fueron años de construirnos con entendimiento, perseverancia y concesiones. Gracias a esa reconciliación hoy viajan a estudiar o a trabajar de un país a otro, trascienden fronteras, idiomas, culturas y crecen con una mentalidad amplia y abierta que supera los límites de su propio país. Una muestra de esta cultura se puede observar durante el mes de mayo en diferentes instituciones culturales del país.
Las celebraciones del 9 de mayo recuerdan el camino que hemos tenido que recorrer como europeos y las ventajas de la unión en medio de nuestra diversidad. Es un día que reitera el compromiso de nuestros 28 países con una cultura de paz, donde prevalecen la libertad, la igualdad y la fraternidad, también el respeto por el Estado de derecho, la democracia, la defensa de los derechos humanos. Esto es lo que queremos compartir con Colombia.
En el marco de la celebración, visitamos la semana pasada la capital del Caquetá. Queríamos conocer los testimonios de los ciudadanos en un departamento tantas veces tocado por la violencia. Hemos regresado con esperanza, porque el espíritu general es el de construir más paz, de convivir y encontrar salidas pacíficas a la pobreza.
La experiencia en Florencia también nos hizo ver que el compromiso de la UE con la paz del país es cada vez mayor. Llevamos más de 20 años financiando programas de cooperación que buscan desarrollo, inclusión, convivencia y paz. El reto ahora es mayor. Más allá del desarrollo, de invertir en las regiones, también hay heridas que sanar. Nosotros pudimos hacerlo, así que Colombia también puede.
La visión y la práctica que nos unió para construir un continente paso a paso con solidaridad, estabilidad y proyectos comunes son con las que puede contar también Colombia. Esa paz, para que sea efectiva, tiene que ser un proyecto común, una nación que se ve más allá del hoy en conflicto para despertar en un mañana en paz.
Como dijo nuestro Enviado Especial para la Paz de Colombia, la noticia de la paz en esta nación será una de las más importantes de este siglo en el mundo. Y ese anhelo de los colombianos cuenta con el respaldo de la Comunidad Internacional. Es hora de vivir este presente para construir un mejor futuro, es el momento de sanar las heridas del pasado para mirar desde el presente la convivencia del mañana.
Hace 66 años dos visionaros europeos, Robert Schuman y Jean Monnet, lograron sembrar la semilla de paz que nos mantiene unidos en medio de la diversidad, un sueño hecho realidad donde ha predominado el diálogo y la búsqueda de puntos de encuentro para convivir pacíficamente. La historia demuestra que cuando las sociedades superan las crisis salen fortalecidas y Colombia será una nación más sólida cuando la paz se haga efectiva.
Y por supuesto, como Unión Europea, queremos estar y acompañar a los colombianos en este momento histórico que, estamos seguros, se avecina pronto.
EMBAJADORES DE LOS PAÍSES MIEMBROS DE LA UE RESIDENTES EN COLOMBIA
Tomado de: http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/Prensa/Paginas/2016/mayo/La-p...