¡Ante el Fusil la Palabra! Dice el comunicado de la Organización Indígena de Antioquia que pudo constatar que el grupo familiar salió amenazado de Cáceres. Apenas unas semanas atrás habían retornado de un primer desplazamiento a inicios de año. El Bajo Cauca antioqueño vive una grave crisis económica, social y humanitaria por la presencia militar, paramilitar y el proyecto HidroItuango de EPM.
Medellín 28 de junio de 2018
Para salvaguardar la vida y la integridad física, cinco núcleos familiares tuvieron que abandonar el municipio de Cáceres, una de ellas de origen indígena, luego de recibir amenazas por presuntos integrantes de grupos paramilitares, que delinquen en el Bajo Cauca antioqueño. El Consejo de Gobierno Mayor, de la Organización Indígena de Antioquia, pudo constatar que las familias salieron desde Cáceres para autoalbergarse otros municipios de Antioquia, abandonando sus casas, bienes materiales y animales.
La OIA, lamenta profundamente que tras la firma del Acuerdo Final de Paz, la situación en esta zona del departamento haya empeorado en materia de derechos humanos para las comunidades indígenas, negras y campesinas y que hoy nuevamente, a pocos días de haber regresado varias familias a sus comunidades, otras más, tengan que salir por la violencia.
Desde enero, cuando denunciamos el asesinato de Diana Luz Solano, hija del Cacique Mayor Indígena de Zaragoza, hemos alertado del peligro inminente al que están expuestas las comunidades indígenas del departamento y en especial al que están sometidas las comunidades del Bajo Cauca, donde los intereses por el control territorial maximizan el riesgo de los comuneros y comuneras, por lo que la OIA, reitera su llamado a los grupos armados, legales e ilegales, para que respeten la vida y el ejercicio político organizativo de las comunidades indígenas.
De otro lado, en nombre de los pueblos indígenas de Antioquia, la OIA, se solidariza con los familiares y amigos de las y los líderes sociales asesinados en lo que va corrido del año en Antioquia, en especial el asesinato del líder social, Julio Cesar Sucerquia, perpetrado en las últimas horas, en la vereda Mote del municipio de Ituango, Norte de Antioquia y condena con vehemencia que hoy se siga atentando en contra de la población civil, recordemos que hasta la fecha, son 5 nuestros hermanas y hermanos indígenas asesinados durante el 2018.
Por esta razón desde el pasado 18 de mayo, fue declarada la Minga Permanente de los Pueblos Indígenas de Antioquia, luego de que como comunidades decidiéramos realizar en el Bajo Cauca la entre el 15 y 18 de mayo la Minga por la Vida, la Defensa del Territorio y el Respeto por la Autonomía, con el fin de decirle al mundo que el Bajo Cauca antioqueño vive una grave crisis económica, social y humanitaria y que la presencia del Estado que ha sido mayoritariamente a través de las fuerzas militares, no ha contribuido a generar cambios positivos y sostenibles para las comunidades.
Por ello, la Organización Indígena de Antioquia, reitera nuestro libre y legítimo derecho a la autodeterminación, la defensa de vida y la libre expresión de los procesos organizativos y comunitarios enmarcados en la Ley de Origen de nuestros pueblos y la Constitución Política de Colombia, contemplados en el Derecho Internacional.
Finalmente el Consejo de Gobierno Mayor, exige al gobierno nacional garantías de protección e intervención social en las comunidades indígenas, somos pueblos de paz, somos pueblos de resistencia y queremos morir de viejos en nuestros territorios.
¡Ni un muerto más!
COMUNICADO DE LA OIA.