La paz, en nuestras manos

Con el Plebiscito por la Paz que será votado hoy será legitimado el Acuerdo final de paz logrado en La Habana, en cuatro años de negociaciones que dieron a luz un documento de 297 páginas que traza el camino para transformar este país en cinco ambiciosos puntos: Tierras, Participación Política, Narcotráfico, Justicia y Dejación de Armas. Hoy los colombianos aprueban o desaprueban en las urnas los acuerdos a los que llegaron las Farc y el gobierno, con el acompañamiento de Cuba y Noruega. 

Por: 
Katalina Vásquez Guzmán

La paz está en nuestras manos. Los negociadores de la guerrilla de las Farc y el equipo de gobierno designado por el Presidente Juan Manuel Santos, junto a decenas de asesores, lograron ya lo impensable: poner de acuerdo a dos enemigos históricos que, lejos de la razón, tienen recursos militares y financieros para continuar matándose (y de paso llevándose a los más inocentes) por un siglo más. Pero cien años de soledad de paz ya fueron suficientes. Medio siglo de conflicto armado interno, más décadas de violencias bipartidistas y guerras de los mil días hartaron a un ejército rebelde que, sin verse vencido, aceptó la invitación del gobierno de Santos a buscar una salida negociada. Con desconfianza, temores y tensiones superaron las diferencias y lograron acordaron un documento de 297 páginas que fue firmado por el comandante fariano Rodrigo Londoño "Timochenko" y el jefe de estado Juan Manuel Santos, elogiados por mandatarios de más de 20 países y hasta el Papa que enviaron su fraternal saludo y congratulación por el gran paso conseguido con la guerrilla más antigua de este lado del mundo: entregar las armas y conquistar el poder por las vías democráticas.

Hoy el turn es para los ciudadanos. Tal como estaba previsto desde que iniciaron los Diálogos de La Habana, los acuerdos se refrendan con el pueblo. Este domingo 2 de octubre, 34 milones de colombianos de un población total de 45 millones podrá marcar SÍ o NO en una tarjeta que pregunta: ¿Está usted de acuerdo con el Acuerdo para la Construcción de una paz estable y duradera? Al menos 4.5 millones deberá acudir a las urnas y del total, el SÍ deberá salir en la mayoría de tarjetones para que el Plebiscito sea aprobado. Por eso, el rumbo de la historia lo deciden hoy los colombianos. 

Las víctimas, como ocurrió el pasado viernes en Apartadó, Antioquia, han ofrecido su perdón a las Farc y por ende un SÍ en las votaciones de hoy. Hasta allí llegaron Ivan Marques, Pastor Alape, el comandante Bertulfo, Benkos Biojó y otros integrantes de las Farc, para reunirse en privado con las víctimas de la masacre de La Chinita que, en 1998, se llevó la vida de 34 hombres y una mujeres. 

 

Jamás, jamás debió ocurrir lo sucedido en esa noche de alegría y de verbena popular. Nunca el mando de las Farc ordenó tal atrocidad.

 

Les dijo el jefe negociador de la guerrilla a una multitud de mujeres y hombres que portaba camisetas con los nombres de sus seres ausentes en el pecho. Atrás, con letras azules, podía leerse sobre cada persona: Las víctimas sí perdonamos. Éstas dieron muestras de reconciliación ese día, pocas horas antes del plebiscito de hoy donde la resposabilidad de continuar la implementación de los acuerdos queda en nuestras manos. Por todas las víctimas de Colombia, las de La Chinita iniciaron una marcha con un minuto de silencio. Luego de las palabras de Marquez en privado y en la cancha del colegio donde se realizó el acto público, éstas dijeron sentirse más aliviadas. Aunque algunas prefirieron no dar la mano al número dos de la guerrilla que quiso confortarlas y mostrarles afecto sincero tras pronunciar su discurso, la mayoría de las mujeres víctimas ofrecieron su abrazo de perdón a Iván. En esos brazos entrelazados y unas miradas hondas que se mezclaron con lágrimas y risas, se tatuó una de las primeras imágenes de esta etapa de perdón hacia las Farc.

Nos duele en el alma recordar a tanta gente buena que partió sin poder materializar sus sueños. Los muertos de La Chinita son también nuestros muertos, porque así lo sentimos. Lo afirmamos de corazón. Por eso agradecemos la posibilidad que nos ha brindado la bondad de la gente de este barrio de poder expresar este sentimiento que laceraba nuestra conciencia.

Los guerrilleros acababan de llegar de Bojayá, Chocó, donde estuvieron una vez más pidiendo "infinitas" excusas a ese pueblo que tanto ha sufrido por las acciones de esa guerrilla, y los demás actores legales e ilegales que se disputan el territorio, las rutas del narco, la salida y entrada de armas, y las rentas ilegales del río junto a la salida al mar Pacífico. El sábado, anunciaron desde La Habana que durante la concentración que iniciará en las zonas veredales transitorias y puntos de concentración van a realizar inventario de sus bienes. Y que, además, más adelante repararán las víctimas materialmente. De forma simbólica lo vienen haciendo con fuerza y despliegue desde que visitaron Bojayá por primera vez, y en semanas recientes cuando se vieron cara a cara con las viudas, los huérfanos, los amigos de los diez diputados del Valle del Cauca que resutaron asesinados en su poder, pues la guerrilla los tenía en cautiverio. Éstos invitaron a sus paisanos y familias a sumar su voto al SÍ. Y agradecieron a las Farc su apertura y honestidad, sobre todo al momento de tomarse las manos y pedir el descanso eterno de los políticos abaleados a quemaropa. Para Ángela Giraldo, hermana de Franciso Javier Giraldo uno de los diputados, las palabras de Timochenko y los diversos comandantes de la guerrilla parecieron honestas. Si se comprometieron ante tantos colombianos y la comunidad internacional, es porqué tendrán que cumplir, sentencia la mujer. Entre tanto, el poder está en manos de cada colombiano quien dirá sí o no a una puerta que nos abre la historia hoy para cambiar ese sino trágico del que, por ética y cansancia, no deseamos más, sino convertir a Colombia en un proyecto colectivo de país donde haya justicia, repartición equitativa de la riqueza, reparación y dignidad para las víctimas, penas para los culpables y, a largo plazo, la verdad sobre los demás responsables del conflicto en Colombia.

 

Colombia y el mundo esta segunda oportunidad.