En la caravana humanitaria promovida por la Iglesia católica a Cauca se constató el miedo de las comunidades indígenas que están siendo masacradas en medio de la guerra por la cocaína y la marihuana. No hay confianza en la Fuerza Pública.
El obispo de Cali, Monseñor Darío Monsalve, realizó una caravana humanitaria hacia Cauca tras las dos masacres y diversos asesinatos selectivos que vienen presentándose en esa zona. El desangre, que estaba ya anunciado por las organizaciones indígenes, se ha hecho más fuerte en la primera semana de noviembre, cuando han ocurrido masacres que incluyeron la muerte de una gobernadora indígena y atentado a otro más.
“Esa zona tiene muchos militares y se perciben los soldados estáticos en las vías, mientras tanto se mueven con toda tranquilidad las personas que están dedicadas a asesinar a los indígenas"
Aseguró el Obispo a medios, tras su visita, denunciando la inoperancia de la Fuerza Pública. Monsalve también denunció que:
"Indígenas sienten que mafias son manejadas por la codicia"
Y agregó que:
“El ambiente que se percibe es altamente tenso y con un dolor enorme, una desconfianza fuerte de las comunidades por la amenaza de una caravana de muerte que pasa a sus anchas y el contraste con una militarización grande de la zona".
Además, explicó porqué en su parecer los pueblos indígenas rechazan las las Fuerzas Militares:
“La omisión es tan evidente que genera sospechas de vinculación, ellos sienten que hay poderes mafiosos que están manejados para acabar el Cric (Consejo Regional Indígena del Cauca)”.
En las zonas de las masacres, los cultivos de marihuana y coca serían la principal causa de la disputa criminal que se está llevando por delante a los indígenas pues estos están promoviendo la sustitución de cultivos y además exigiendo que no se porten armas. En lo que va del año 39 indígenas han sido asesinados en Cauca. Y desde 2016 son 88 en total. Este es uno de los peores momentos para nuestros pueblos indígenas que han resistido violencias desde que llegaron los europeos a nuestro continente.
Defender la madre tierra les está costando la vida, como al resto de líderes y lideresas sociales que defienden la paz y la vida y por ello han resultado bajo amenaza y bajo tierra. La sociedad civil y la comunidad internacional exigen la protección del Estado, más allá de las medidas que militarizan pues como ya se ha dicho no hay confianza en la Fuerza Pública. Además, se está pidiendo la renuncia del actual ministro de Defensa, Guillermo Botero.
Fotos: Cortesía Gerald Bermudez.
