Buscamos la voz del jefe del equipo de gobierno Juan Camilo Restrepo quien, aunque reafirma la voluntad de dialogar de parte de Gobierno, asegura que la búsqueda de la paz no será a cualquier costo ni "desquiciando" el Estado de derecho. El funcionario confirma que la participación de la sociedad civil está condicionada a la tregua que, seguramente, se anunciará antes de la llegada del Papa a Colombia.
Hay manifestaciones de voluntad política de las dos partes de no levantarse de la mesa. Ese es el hecho más positivo que destaca al Jefe de la Delegación de Gobierno en los Diálogos de Quito, Juan Camilo Restrepo, sobre los avances de esa mesa de conversaciones instalada en febrero de este año.
Llevamos 6 meses de negociaciones públicas y en este lapso de tiempo hemos avanzado en la organización misma de las negociaciones en torno a dos mesas: la de participación y la de dinámicas y acciones humanitarias; se ha creado el GPAAC (grupo de apoyo) con los países amigos del proceso; y en ambas submesas se han hecho avances concretos como el de diseñar cómo sería un sistema de audiencias preparatorias de los diálogos públicos y un acuerdo para adelantar un programa piloto de desminado humanitario, en algún lugar del territorio colombiano aún por definir.
¿Qué nos dice sobre el cese al fuego?
El cese al fuego no debe entenderse nunca como un mero silenciamiento de fusiles sino ante todo como un compromiso para desescalar los rigores de la guerra que sufre la población civil inocente y no combatiente.
¿Se va a pactar pronto un cese bilateral? ¿Qué falta?
El cese al fuego bilateral y de hostilidades debe entenderse como un binomio de elementos indisolubles. Por un lado que las partes se pongan de acuerdo (cosa que aún no ha sucedido) en lo que serían los elementos básicos indispensables para que el cese al fuego desde el punto de vista militar sea creíble, verificable y serio. Pero de otra parte, es absolutamente indispensable que el ELN renuncie a practicar, durante el tiempo que dure el cese al fuego las hostilidades contra la sociedad civil que hoy practica este grupo tales como el secuestro, los atentados contra la infraestructura y en general todo tipo de hostigamientos contra la sociedad civil no combatiente que es la destinataria y la razón de ser de un cese al fuego.
El ELN pone cinco condiciones para el cese... ¿Son viables para gobierno?
Estamos a la espera de que el ELN presente en la mesa compromisos concretos y verificables, análogos a los que nosotros hemos presentado para viabilizar un cese al fuego y de hostilidades temporal y bilateral como el que estamos estudiando en este momento para la visita del Papa (...) Sobre tres de las propuestas del ELN ya hemos propuesto fórmulas concretas y creíbles (mejorías en la protección de los líderes sociales a través del Sistema de Alertas Tempranas, garantías de suministro de víveres y medicamentos a las comunidades aisladas y golpeadas por el conflicto humanitario y un paquete de medidas que irían en la dirección de aliviar diversos aspectos de la condición humanitaria de los reclusos militantes del ELN hoy en día en las cárceles colombianas).
¿Cuándo iniciará la participación de la sociedad civil en audiencias o el formato definido en la mesa para ello?
La participación de la sociedad civil prevista en la agenda convenida con el ELN comenzará simultáneamente en el momento en que el ELN renuncie al secuestro, práctica censurada por el DIH y repudiada universalmente. En síntesis estamos listos a iniciar las consultas ciudadanas cuando el ELN adquiera el compromiso serio e indubitable de suspender la práctica del secuestro contra miembros de la sociedad civil no combatiente. Uno no puede consultar a la sociedad civil por un lado y al mismo tiempo estar secuestrando a miembros de ella por otro.
¿Cuál es la principal preocupación del gobierno ahora con respecto a las negociaciones en Quito?
Más que preocupaciones lo que tenemos es aspiraciones para que la mesa adquiera la dinámica requerida. El ELN debe entender que los tiempos de explorar han terminado y ahora estamos en los de construir y negociar.
¿Qué buena noticia tiene para el país respecto a estas conversaciones?
Las buenas noticias irán saliendo a la opinión pública en la medida en que haya hechos concretos de paz y de confianza en la mesa, el Gobierno considera que su voluntad política de avanzar hacia una paz completa en Colombia con el ELN, es ya de por sí una buena noticia. El ELN debe tener la lucidez para entender que un gobierno comprometido con la búsqueda de la paz, como el del presidente Santos, es una oportunidad que no debe dejar pasar y que no necesariamente se le va a presentar nuevamente en el futuro.
Qué mensaje le envía a las actuales generaciones de colombianos... ¿Hay esperanza de paz con el ELN?
De parte del Gobierno no solo hay esperanzas vagas de paz sino evidencias concretas de que estamos trabajando en esa dirección. Naturalmente la búsqueda de la paz no la haremos a cualquier costo ni desquiciando el Estado de derecho ni la estabilidad jurídica de Colombia. Estamos afanados por avanzar hacia la paz pero no desesperados por encontrarla. Por el momento aplicamos a plenitud en la mesa de negociaciones de Quito la etimología de la palabra paciencia que significa la ciencia de la paz.