Libertad en espera (2)

Isabel Giraldo Quijano nos cuenta cómo van las amnistías e indultos para guerrilleros y prisioneros políticos prometidas en el Acuerdo de Paz. La Ley de Amnistía fue aprobada en diciembre pasado y regulada mediante decreto presidencial este año pero mucho se dice sobre su escasa aplicación. Isabel hace parte de Colectivo de Abogados Suyana-Coalición Larga Vida a las Mariposas. 

Por: 
Redaccion Generación Paz

¿Cuál es el balance de las amnistías e indultos a la fecha (13 de marzo de 2017)?

 

Desde que se aprobó la Ley de Amnistía e Indulto (Ley 1820) el 30 de diciembre de 2016 los jueces, en medio del desconocimiento y de posturas individuales, han puesto una cantidad de obstáculos para que pueda hacerse efectiva en los casos que son merecedores de las medidas ahí contempladas. A la fecha, quienes han recuperado su libertad bajo la figura de amnistía e indulto siguen siendo una parte minoritaria de la población total de prisioneros y prisioneras políticas.

¿Cómo explicarle a la gente del común que los guerrilleros de Farc presos saldrán libres prontamente mientras los demás internos se quedarán cumpliendo condenas? ¿Cuál es el sentido de esto?

 

Las y los prisioneros políticos de las FARC-EP, al formar parte de una organización política militar que participó de un proceso de solución política al enfrentamiento con el Estado y sus fuerzas armadas, deben ser también contemplados por las medidas derivadas de dicha solución, que en este caso están consignadas en el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera, firmado entre ambas partes. Al ser opositores políticos y no delincuentes, su libertad es un paso indispensable para que puedan sumarse al proceso de reincorporación, junto con las y los demás integrantes de esta organización guerrillera. 

Debemos aclarar además que no todos los guerrilleros y guerrilleras saldrán libres. El punto 5 del Acuerdo Final contempla un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición al que ellos y ellas deben someterse, concretamente a lo que tiene que ver con el punto de justicia, que es la Jurisdicción Especial para la Paz. Si bien muchos de ellos y ellas podrán acceder a la libertad mediante la amnistía de iure y la libertad condicionada, otra parte deberán ser trasladados a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización para seguir adelante con su proceso jurídico.

 

¿Cuál es el papel de la Coalición en la coyuntura actual?

 

La Coalición por la Libertad y el Trato Digno de las y los Prisioneros Políticos Larga Vida a las Mariposas es un espacio donde se articulan organizaciones de todo el país que brindan acompañamiento a prisioneras y prisioneros políticos, es decir a hombres y mujeres encarcelados por su actividad política o por vivir en zonas de conflicto agudo. Desde que inició el proceso de diálogos entre el gobierno y las FARC-EP, las organizaciones que integramos la Coalición hemos estado acompañando de diferentes formas los temas relacionados con quienes han sido privados de su libertad acusados de pertenecer o colaborar con las FARC-EP. En este sentido, nuestro papel como Coalición en la coyuntura actual, además del acompañamiento jurídico, tiene que ver con aportar a la visibilización de esta población y con la lucha para que recuperen su libertad.

 

En el caso de las mujeres prisioneras, ¿cuál es la situación actual y particular por su condición de mujeres?

Las guerrilleras han sido supremamente estigmatizadas por no cumplir con los roles de género que esta sociedad, profundamente patriarcal, ordena para las mujeres. Esto lo que nos indica es lo mucho que nos falta por avanzar como sociedad en una construcción equitativa de lo que entendemos y asumimos como masculino y femenino. Las prisioneras políticas, tanto quienes hacen parte de organizaciones insurgentes como quienes han sido encerradas por su actividad como líderes sociales y populares, deben enfrentarse a esto y además a la persecución por ser opositoras. Quienes son madres, por lo general pierden sus hijos e hijas a manos del ICBF, pues es usual que en medio de las condiciones de la guerra hayan perdido el contacto con su familia y por ende no tengan a alguien que pueda hacerse cargo de sus hijos/as. La persecución contra las familias también es recurrente, lo que conduce en muchos casos a que, por protegerles, las prisioneras prefieran que no vayan a visitarlas.

Al igual que las mujeres encarceladas en general, las prisioneras políticas padecen las condiciones de un sistema carcelario que además de vulnerar todos los derechos humanos, ha sido pensado para hombres. La falta de acceso a ginecología y a exámenes básicos de control que necesita cualquier mujer, hacen que las afecciones del sistema sexual y reproductivo se propaguen y empeoren (cáncer de seno, cáncer de útero, etc.). La oferta de programas de “resocialización” es reducida e incluye solo oficios catalogados como “femeninos” (costura, manualidades, bisutería), lo que no responde a las expectativas de las prisioneras y marca una limitación frente a las proyecciones laborales y de ingresos para ellas y sus familias al salir de prisión.

 

¿Cuántos guerrilleros y guerrilleras están esperando la libertad del acuerdo de paz en las cárceles de Colombia?

No tenemos una cifra exacta porque el delito político ha sufrido un desdibujamiento histórico. La cifra de prisioneros y prisioneras que han estado vinculados directamente a las FARC-EP seguramente la maneja dicha organización. Sin embargo, los casos en los que las personas han sido encerradas en medio de montajes judiciales (y aquí se incluyen las y los líderes sociales) son demasiados y nadie sabe a ciencia cierta cuántos; aunque desde la Coalición Larga Vida a las Mariposas hemos hecho un esfuerzo por identificarlos, tenemos la certeza que son muchos más de los que conocemos. Ellos y ellas deben también recuperar su libertad bajo las medidas contempladas en el Acuerdo de Paz. Calculamos que son varios miles.

¿Hay casos de personas que no son integrantes de Farc y están presos por rebelión? ¿Ellos también saldrán?

 

Hay una cantidad considerable de casos de personas que sin pertenecer a las FARC-EP han sido acusadas de ello, bien sea bajo la figura de rebelión o de otros tipos de delitos. Esto se entiende si se considera que estamos en un contexto donde el conflicto social, político y armado ha permeado todos los espacios de la vida cotidiana. También están las y los líderes del movimiento social y popular, que deberían incluso haber sido los primeros en recuperar su libertad porque no puede ser un delito organizarse. Según lo contemplado en el Acuerdo, ellos y ellas también deben volver a la libertad, esperamos que desde el gobierno se tomen medidas para garantizar efectivamente que esto se cumpla en el menor tiempo posible.  

¿Cuándo esperan la libertad de toda la guerrillerada en las cárceles?

Según la Ley, ya deberían estar afuera de las cárceles.

 

¿Qué mensaje le envían a la gente de las ciudades que sigue escéptica y rechaza el hecho de que la guerrilla no pague cárcel, tenga puestos políticos y se reincorpore a la vida civil?

 

Lo primero es que no creemos que sea toda la gente de las ciudades quienes tienen esta postura, pero para quienes la tengan, más que un mensaje es una invitación. Esta es una oportunidad valiosa que tenemos como sociedad para construir algo diferente, para vivir una etapa que no ha vivido nuestra generación ni las generaciones anteriores, la oportunidad de que pare el enfrentamiento armado. Esto no quiere decir que automáticamente se solucione el conflicto social, político, económico, pero sí crea unas condiciones diferentes para ocuparnos de aquello para lo que la guerra nos ha robado tanto tiempo. Específicamente sobre el tema de la cárcel, la situación  carcelaria hace más que evidente que este modelo no funciona, que la política punitiva lo que ha dejado son establecimientos llenos de pobres que seguramente cuando salgan van a reincidir porque no tienen acceso a las condiciones de vida mínima, mientras quienes tienen la mayor responsabilidad no reciben ninguna sanción.

 

Esta entrevista hace parte del especial "Libertad en espera" que inición un reportaje gráfico desde las cárceles.

Fotos: Álvaro Cardona con apoyo de CLVM y Cuarto Producciones.

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